Declaración de Deepmala Mahla, CARE USA, Vicepresidenta de Asuntos Humanitarios
“Los recortes en la financiación humanitaria en un momento de creciente hambre en todo el mundo son extremadamente preocupantes.
El PMA desempeña un papel fundamental a la hora de ayudar a algunas de las poblaciones más vulnerables del mundo a evitar el espectro de la hambruna y, a menudo, es el último salvavidas para mujeres y niñas que tienen oportunidades y recursos desiguales.
La reducción de la asistencia alimentaria en Afganistán debido a la falta de financiación –precedida por un anuncio similar el mes pasado sobre Yemen– refleja una preocupante apatía por parte de los donantes hacia la solución de una crisis mundial de hambre que está fuera de control.
Ahora, a medida que nos aproximamos al invierno, la amenaza de la hambruna seguirá pesando sobre las vidas de decenas de millones de afganos, yemeníes y otros sin un compromiso serio de financiación sostenida para combatir el hambre mundial.
Además, a medida que aumenta la inseguridad alimentaria, las personas a menudo se ven obligadas a recurrir a mecanismos de supervivencia perjudiciales que pueden afectar vidas y comunidades a largo plazo, desde el desplazamiento y el retiro de los niños de la escuela hasta el sexo de supervivencia y el matrimonio precoz o forzado. Si la financiación de calidad no llega rápidamente a las comunidades, las consecuencias podrían durar años.
El aumento del hambre no es un hecho, es una concesión a la inacción. Los donantes deben cumplir con sus compromisos y obligaciones”.
Contacto con los medios: Anisa Husain, responsable de prensa de CARE US, anisa.husain@care.org